domingo, 17 de febrero de 2008

Relanzamiento de la Política Cultural del Gobierno del Estado de Sinaloa


Después de larga espera y de haberlo pospuesto se realizó (con bombo y platillo) un evento al que llamaron Estrategia de Relanzamiento de la Política Cultural del Gobierno del Estado de Sinaloa. Esto lejos de representar algo nuevo en materia de Política Cultural fue anunciar la continuidad de la mayoría de los programas ya establecidos y la creación de algunos nuevos. Creo, también se trató de la presentación en público y ante la crema y nata, y otros que no pertenecen a ella, de artistas, promotores y uno que otro legislador, de la nueva cabeza del que hacer cultural del Estado. Sin embargo lo que realmente involucraba a una política cultural pasó desapercibido para la mayoría de los asistentes y uno que otro periodista.

En la gran mayoría, si no es que todo, de lo que mencionó en su discurso el nuevo dirigente de DIFOCUR no tiene nada que ver con una política cultural. Los planes y programas, continuos o nuevos, a ejecutar no son, ni el la forma de redactarlos, una política cultural, pueden obedecer a, pero no ser ello. El Gobernador del Estado dijo que "DIFOCUR ha escrito páginas memorables en la historia de la cultura moderna, es una institución que ha cumplido su ciclo, de ahí su próxima conversión a Instituto Sinaloense de Cultura". Agrego que "La estructura, atribuciones y normatividad con que cuenta DIFOCUR, ya no responde a la dinámica cultural que vive Sinaloa. Por ello la necesidad de actualizar la organización institucional de la cultura". Y lo que casi pasó desapercibido la firma de la iniciativa de la Ley de Cultura del Estado.

Digo que casi pasó desapercibido por que así lo fue, pocos notaron qué era lo que estaba firmando el gobernador, sólo fueron evidentes algunos tres flashasos de las cámaras fotográficas que cubrían el evento, y, lo que sigue, gracias por venir...

No es nuevo el presentar una iniciativa de ley de cultura, sólo esperamos que esta vez sí se pongan de acuerdo, y no sólo eso, si no que la lean, la analicen, y se le hagan las correcciones que se les tenga que hacer, pero lo más importante, hacer a un lado la ideología oficial y escuchar a las partes para así tener una Ley de Cultura democrática e incluyente de la voz de los pueblos de Sinaloa. En el caso DIFOCUR, esperemos que no nada mas sea cambiarle el nombre, sino realmente encausarla a responder las nuevas necesidades del estado. La conversión a Instituto Sinaloense de Cultura. En la mayoría de los Estados de México se ha elevado a instituto el que hacer cultural y a decir de ellos a funcionado bien, han captado mayores recursos, cuentan con una ley que los ampara y una política cultural actualizada. Es cierto también que gran parte de la captación de estos nuevos recursos (excepto los etiquetados para fines específicos) se van a mantener el aparato burocrático que implica mantener al haberlo convertido a Instituto, y los planes y programas se han quedado con el mismo presupuesto.

Discúlpenme, pero no puedo dejar pasar lo de política cultural, así pues escribo lo siguiente.

En la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural del 2001 en su artículo 9 dice textualmente “Las políticas culturales, en tanto que garantizan la libre circulación de las ideas y las obras, deben crear condiciones propicias para la producción y difusión de bienes y servicios culturales que dispongan de medios para desarrollarse en los planos local y mundial. Cada Estado debe, respetando sus obligaciones internacionales, definir su política cultural y aplicarla, utilizando para ello los medios de acción que juzgue más adecuados, ya se trate de apoyos concretos o de marcos reglamentarios apropiados”.

Para Eudoro Fonseca en su libro Hacia un modelo democrático de política cultural del 2003 dice que “La política cultural debe estar centrada en los intereses de la sociedad, en los intereses de los ciudadanos. El antiguo paradigma tuvo una ideología de Estado, una ideología oficial; el nuevo paradigma cultural debe ser la expresión de la pluralidad y la diversidad social”

Cito estos dos pequeños textos para ilustrarnos un poco y tratar de entender qué es una política cultural (si no son suficientes, existe una infinidad de textos sobre el tema y hasta en diferentes corrientes si no nos convence alguna).

Una cosa son los planes y programas a ejecutar (medios de acción si quieren llamarles), y otra cosa, pero muy, muy diferente es la Política Cultural. En ella se marcan los ejes rectores a buscar. A manera de ejercicio se describe lo siguiente: El Qué: construir en la sociedad un pensamiento crítico y sensibilizarlos con su entorno. (un gran eje de una política cultural) El Cómo: incluir en la curricula de educación del estado una materia que contenga educación cívica, cultural y la practica de las manifestaciones artísticas.(acá, en el cómo es donde se desprenden los planes y programas a ejecutar con la finalidad de coayudar a lograr los objetivos de la política cultural) El Para Qué: Se ha comprobado que en una sociedad sensibilizada con su entrono, los índices de violencia han disminuido, por otro lado una sociedad crítica es una sociedad exigente y a su vez autocrítica de conductas y formas de vida.

Esto es sólo un ejercicio y de ninguna manera representa una formula mágica, porque si es magia no es política cultural.