martes, 14 de junio de 2005

Es difícil para mí actuar de una manera diferente a la que pienso.

¿Cuantas personas no las hay así?


Cuantas personas dicen ser, o exponen pensar de tal o cual manera, te enamoran con el discurso a tal grado de darle la razón, pero, ¡ha pero!, cuando lo vez “actuar” te das cuenta de cómo son en realidad, la congruencia entre el pensar y el ser simplemente no existe, simplemente es todo lo contrario, es de pasársele a un político, puesto que en ese rol es en el que juega. En alguna ocasión leí esto de un tal señor Bateson “Los procesos políticos no son sino fenómenos biológicos, ¿pero qué político sabe esto?”, invito a su análisis.


Es duro para mi tener compañeros de trabajo que actúan así, digo es difícil por que me es difícil de creer que esta manera de actuar contamine los lazos de amistad que existen en el compañerismo de trabajo. En los lugares de trabajo, especialmente en los de humanidades, es muy común que se mezclen más sentimientos que en otros lugares, puesto que precisamente en los sentimientos es donde mejor aflora la creatividad artística.


En este recién tiempo pasado se ha venido viviendo, por cuestiones políticas, un ambiente algo extraño, hasta cierto punto, abstracto o amorfo. Es penoso, me hiere que mis compañeros actúen de esa manera, que por un lado estén de acuerdo con un discurso de unidad, de compañerismo, de respeto, de pluralidad, de equidad, de todas esas virtudes que son propias del ser humano, ser en el sentido de actuar con humanismo, y por el otro lado en “bolitas”, o manadas si le queremos decir, “cuchicheen” de tal o cual compañero, que si hizo o por que no hizo tal o cual cosa, creo que hay niveles es las personas, por lo cual pienso que hay personas de las cuales no es apropiado ponerles etiquetas, habrá como en todos los lugares personas a las cuales no es necesario etiquetar, solos la portan, y nadie, o mejor dicho ni ellos pueden defenderse de la etiqueta


¿Entonces a quien señalar?, A mí mismo, a nosotros mismos, pero de frente y de la mejor manera, a claro, y siempre con la intención de colaborar, ¿En que? Fácil, colaborar en el sentido de que nosotros y nuestros compañeros autocriticarnos, que se nos haga ver nuestros errores, pero para corregirlos, no para traerlos de boca en boca, para una mejor manera de conducirnos, de guiarnos, de quienes somos y a donde vamos, tratando de marcarnos también de donde venimos, esto es muy importante no perder el suelo es no perder nuestro origen. No perder nuestro origen es no perder nuestra madre.



No perder nuestro origen es no perder nuestra madre.

Soy quien soy,

vengo de donde vengo,

y,

voy a donde voy.

Siempre con la idea fija de

soy, vengo y voy de donde soy, vengo y voy.

Así soy,

mi idea es clara y transparente,

mis logros y mis metas están siempre claras

se quien soy

se a donde voy


Invito a analizar el siguiente texto, es de El árbol del conocimiento, de Humberto Maturana.



Se cuenta la historia de una isla en Alguna Parte, donde los habitantes anhelaban intensamente ir a otro lugar y fundar un mundo más sano y digno. El problema, sin embargo, era que el arte y la ciencia de nadar y navegar nunca habían sido desarrollados (o quizás habían sido perdidos hacia mucho). Por esto había habitantes que simplemente se negaban siquiera a pensar en las alternativas a la vida de la isla mientras otros hacían algunos intentos de buscar soluciones a sus problemas, sin preocuparse de recuperar para la isla el conocimiento de cruzar las aguas. De vez en cuando, algunos isleños reinventaban el arte de nadar y navegar. También de vez en cuando, llegaba a ellos algún estudiante, y se producía un diálogo como el que sigue:

— Quiero aprender a nadar.

— ¿Qué arreglos quieres hacer para conseguirlo?

— Ninguno. Sólo deseo llevar conmigo mi tonelada de repollo.

— ¿Qué repollo?

— La comida que necesitaré al otro lado o donde quiera que esté.

— Pero si hay otras comidas al otro lado.

— No sé qué quieres decir. No estoy seguro. Tengo que llevar mi repollo.

—Pero así no podrás nadar, para empezar, con una tonelada de repollo.

—Entonces no puedo aprender. Tú lo llamas una carga. Yo lo llamo mi nutrición esencial.

— ¿Supongamos, como una alegoría, que no decimos repollos sino ideas adquiridas, o presuposiciones o certidumbres?


—Mmmm.-.Voy a llevar mis repollos donde alguien que entienda mis necesidades.”

martes, 7 de junio de 2005

sociologiacln.blogspot.com

Ya les tengo listo el Blog sociologiacln.blogspot.com

para los compañeros de la carrera de sociología, por fin, jeje, haber si se animan, o haber si se abitachan, por lo pronto me imagino quienes serán los primeros en publicar, y no hablo de los “ners”, me queme, en fin, he estado pensando en abrir uno para consumo, pero no se si pueda mantenerlo, no puedo con mi alma, podré con otra.

De nuevo aunque ahora parece más grabe, abrí la comunidad easyhost y aparece la pagina de yahoo, parece que ahora si nos fue peor, en las noticias dice que ha muerto..aunque parece que nop…no estaba muerto andaba de parranda…